VISITA DE MÉLIDA CARO Y SU FAMILIA A SEÚL

Impresiones del viaje.

Llegamos cansados pero felices a las diez horas de Seúl, capital de Corea del Sur y su horario es dos horas menos que Australia, Corea es un país súper grande, el aeropuerto está a una hora de nuestro hotel y localizado en un tradicional barrio coreano, como decir en Bogotá La Candelaria; en ese lugar las casas son como pequeños palacios, y las habitaciones, se encuentran sin cama, así que dormimos en el piso en unos futones de seda y bellos decorados y debió ser muy saludable porque amanecí sin dolor de espalda, la calefacción está ubicada en el piso y no en paredes o techo, y claro, por costumbre cultural del país, los zapatos se dejan en la puerta para no contaminar el interior.

Visitamos la ciudad contemporánea que se contrasta con la antigua por su modernidad en edificios muy bellos y tremendas tecnologías, me impresionó un gigantesco museo de arquitectura, esplendoroso por su luz y color, el más grande que he visto a lo largo de mis años.

A manera de recuerdo, quiero contarles que mi tío Eduardo Vargas, hermano de mi mamá, participó a favor de Corea del Sur como integrante del batallón de infantería, que envió Colombia, entre los años 1951 y 1954, en el conflicto con Corea del Norte.

De igual manera les cuento que los coreanos adoran los gatos y tienen unos Cats Café donde hay muchísimos de diferentes razas, allí disfrutamos de diferentes bebidas, entre ellas, café.

También les expreso que las comidas son deliciosas las más frecuentes sólo por mencionar algunas; el kinchi, el gimbap, rmyeon, pageon y el bulgog.

Les comparto diversas fotografías para ilustrar éste hermoso e inolvidable viaje.

Corea del Sur antigua: